Parte 4 | Batallando contra la depresión.

1 Reyes 19:1-18 | 7 de septiembre de 2025

La depresión no distingue entre cristianos o escépticos.

La depresión no siempre viene por una sola cosa, sino por el peso de muchas cosas no resueltas.

1 Cuando Acab le contó a Jezabel lo que había hecho Elías, y cómo había dado muerte a los profetas de Baal, 2 ella le envió este mensaje a Elías: "¡Te juro por mis dioses, que mañana, a esta misma hora, tú serás hombre muerto! ¡Así como mataste a mis profetas, yo te mataré a ti!". 3 Elías entonces huyó para salvar su vida. Se fue a Berseba, ciudad de Judá, y dejó a su siervo allí. 4 Luego se internó en el desierto. Después de caminar todo un día, se sentó bajo un arbusto, y sintió deseos de morir. "¡Basta! —le dijo al Señor—. ¡Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados!".

A veces lo más espiritual que puedes hacer es descansar, comer y dejar que Dios te atienda.

5. Entonces se acostó y se quedó dormido bajo el arbusto. Pero mientras dormía, un ángel lo tocó y le dijo: "Levántate y come". 6 Él miró y vio que había un pan cocido sobre piedras calientes, y un cántaro de agua. Entonces comió, bebió y se acostó nuevamente. 7 Entonces el ángel del Señor volvió, lo tocó y le dijo: "Levántate y come más, porque tienes un largo viaje por delante". 8 Entonces Elías se levantó, comió y bebió, y recobró suficientes fuerzas para viajar durante cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte Horeb, el monte de Dios.

En el dolor, Dios te escucha, incluso cuando estás equivocado.

9 Al llegar allí, se metió en una cueva, para pasar la noche. Pero el Señor le dijo: ― ¿Qué haces aquí, Elías? 10 Él contestó: ―Siento un ardiente amor por ti, Dios Todopoderoso; me duele ver cómo el pueblo de Israel ha quebrantado el pacto contigo, ha derribado tus altares, ha dado muerte a tus profetas. ¡Sólo yo he quedado, y ahora están tratando de matarme a mí también!

Dios no se revela como lo esperas sino de la forma en que realmente lo necesitas.

11 ―Sal y ponte delante de mí, en la montaña, pues voy a pasar por aquí —le dijo el Señor. En ese momento, sopló un fuerte viento que azotó las montañas. Era tan terrible que hacía pedazos las rocas y partía las montañas, pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento hubo un terremoto, pero el Señor no estaba en el terremoto. 12 Y después del terremoto hubo fuego, pero el Señor no estaba en el fuego. Y después del fuego se oyó un susurro suave y apacible. 13 Cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto, salió y estuvo parado a la entrada de la cueva.

Dios desea que recuerdes que no estás solo, y que todavía tienes un propósito.

15 El Señor le dijo: ―Regresa a Damasco, por el camino del desierto, y cuando llegues unge a Jazael para que sea rey de Siria. 16 Luego unge a Jehú hijo de Nimsi, para que sea rey de Israel, y unge a Eliseo hijo de Safat, de Abel Mejolá, para que te reemplace como profeta mío. 17 Quien escape de Jazael, Jehú lo matará, y los que escapen de Jehú, Eliseo los matará. 18 Pero tienes que saber que aún quedan siete mil hombres en Israel que jamás se han inclinado ante Baal ni lo han adorado.

¿Cómo batallar contra la depresión?

1. Reconoce como te sientes.

2. Busca descanso y cuidado.

3. Escucha la voz de Dios por sobre tus pensamientos.

4. Rodéate de una comunidad.